¿Alguna vez te has imaginado que puedas jugar mientras trabajas?, suena raro ¿verdad?, sin embargo, esto es un pensamiento que ha pasado por la imaginación de todos, y muchos a escondidas lo han llevado a cabo, porque “estaba prohibido jugar en la oficina mientras trabajas”. Pero todo esto ha dado un giro con la gamificación.
¿Qué es la gamificación?
Realmente la gamificación no es un concepto nuevo, se puede decir que desde que el ser humano nace y entiende que necesita aprender para poder evolucionar, es cuando comienza a valerse de determinadas reglas y juegos, los cuales, adaptados a una situación o problema determinado, hace mucho más sencillo encontrar las soluciones.
Es aquí donde la gamificación, se convierte en una estrategia que utiliza mecánicas de juego con la finalidad de resolver problemas de negocio, de esta manera se motiva a los empleados, promoviendo cambios en el comportamiento a través de un feedback positivo, lo que trae como consecuencia, mejoras en la productividad.
¿Dónde y cómo surge la gamificación?
La gamificación surgió como tendencia hace poco más de una década- en el 2011- con ella se aplica la mecánica del juego en entornos serios de “no juego”, como son la salud, educación y los negocios. Pero realmente sus bases son muy antiguas, y provienen de los juegos de competencia más antiguos de la humanidad.
El objetivo final de la gamificación es desarrollar comportamientos y alinearlos con los objetivos de la empresa a fin de que tengan un impacto positivo en el negocio.
¿Pero cómo se logra esto?
La explicación científica de este fenómeno se basa en nuestra química cerebral, en un neurotransmisor denominado “dopamina”. Este se activa, entre otras cosas, con la percepción del logro, estimulando los centros de placer en el encéfalo, jugando un rol fundamental en nuestra capacidad de concentración o enfoque, lo que despierta un interés por realizar las tareas de forma continua y eficiente.
La técnica es muy simple, ya que, al convertir el trabajo en una actividad agradable, gratificante y divertida, el personal comienza a disfrutar de su trabajo, esto se traduce en un mejor rendimiento, se motiva a trabajar más intensamente y a estar más tiempo en la empresa. Como puedes ver, la gamificación se ha convertido en la mejor herramienta que utilizan las empresas para aumentar sus niveles de eficiencia y productividad.
¿Cuáles son las ventajas de aplicar la gamificación en el ámbito empresarial?
Aplicar la gamificación al campo laboral puede aportar muchas ventajas tanto a la empresa como al trabajador. Son herramientas con un alto nivel de efectividad que se pueden utilizar para que las estrategias y proyectos de la empresa luzcan más atractivos. Pero estos no son los únicos beneficios que se obtienen aplicando esta técnica, veamos otras ventajas:
- Se incrementa la motivación: En el entorno empresarial, una de las ventajas más recurrentes que se logra al utilizar la gamificación, es motivar a los empleados. Esto se hace a través de la implementación de un sistema de refuerzo positivo, para ello se puede crear un modelo de workplace, donde los trabajadores no solo realicen su trabajo para recibir un salario, sino que también, cuenten con incentivos a los que puedan acceder subiendo de niveles y desbloqueando recompensas.
- Formación y aprendizaje: Las interfaces basadas en esta técnica, permiten que los conocimientos se adquieran y retengan de forma más rápida y eficiente. Los juegos, por su naturaleza, tienen la ventaja de aportar conocimientos que se fijan más fácilmente en la memoria, esto es posible gracias a que involucran emociones, sentimientos, retos, transformando todo el proceso de aprendizaje en una experiencia muy amena y entretenida.
- Productividad. La autonomía que se genera a través de los sistemas de logros y niveles, propicia una sana competitividad, mejorando sustancialmente la productividad de la empresa, ya que los empleados buscan alcanzar los objetivos de la manera más eficiente, porque esto les permitirá adquirir las recompensas.
- Fomenta la comunicación. No hay que dejar de mencionar que la gamificación cumple con un importante factor social, siendo éste el punto más fuerte de esta dinámica, al promover un trabajo en equipo. Se deja de lado el factor competitivo individual, afrontando retos en grupo para poder obtener una recompensa global. En este sentido, se fomenta la cooperación y el compañerismo.
Cómo organizar el ambiente para la gamificación en tu empresa
Las formas de organizar un ambiente lúdico en una empresa son muy variadas, pero hay que escoger la que más se adapte a tu organización y a las personas que la conforman para que el resultado final se traduzca en una mejora significativa de la productividad. Antes de organizar una gamificación es importante que definas con claridad cuáles serán las bases del juego.
Es importante que tanto el contenido, enfoque y estrategias se elaboren tomando en cuenta las bases y finalidad del juego. Se debe definir cuál es el área a mejorar, que valores se busca fomentar y cuál es el comportamiento que se busca cambiar.
¿Cómo aplico la gamificacion en mi empresa?
Para lograr que la gamificación sea exitosa y se obtengan los resultados esperados, se necesita saber combinar las diferentes motivaciones de los empleados para poder obtener las conductas deseadas, en este punto se debe ser muy cuidadoso, y saber equilibrar las proporciones correctas, porque de lo contrario, el resultado será desastroso.
Un ejemplo podría ser: Si tus empleados tienden a ser individualistas, y lo que se busca conseguir es que trabajen en conjunto, una buena estrategia seria organizar actividades donde sea indispensable que trabajen en equipo, así se verán como aliados y no como rivales.
Como podrás ver, la gamificación correctamente aplicada sobre un ámbito concreto de las organizaciones, permitirá una mejora de los resultados, estimulará la resolución de problemas por parte de los usuarios y fomentará la colaboración entre los actores.
No cabe duda de que la gamificación, usándola correctamente, se convierte en una potente herramienta que puede emplearse para mejorar la motivación de los trabajadores y fomentar el desarrollo profesional y empresarial.