Cómo reducir problemas con la gamificación
Algunos de nosotros no sabemos lo que queremos; creemos saber cuál es el camino hacia la felicidad, pero no tardamos en darnos cuenta de que la elección que tomamos no nos llevará allí y entonces volvemos a empezar de cero. Eso no representa un inconveniente si pensamos en el beneficio mayor: obtener lo que buscamos en la vida. Sin embargo, por muy indecisos que seamos, todos nosotros sabemos lo que no queremos en la vida, y eso son los problemas.
Algunos de ellos son casi inevitables, así que solo nos resta lidiar con su presencia y mitigar sus efectos. No obstante, y muy especialmente con los laborales, la respuesta para erradicar a algunos de ellos ya está entre nosotros: la gamificación.
Esta técnica basada en los principios de la lúdica distiende la tensión y disuelve esos estados de ánimo que llevan a tener problemas de forma recurrente e innecesaria.
Problemas en el mundo laboral y sus causas
Cuando firmamos un contrato de trabajo, sin darnos cuenta nos estamos comprometiendo a hacer algo más que recibir una remuneración por nuestros servicios. Podremos intentar evitarlos por todo el tiempo posible, pero un día habremos caído sin darnos cuenta: los conflictos laborales.
Factores tales como el ego, la ambición desmedida, la inseguridad personal, el egoísmo y el individualismo, erosionan las relaciones entre los distintos miembros del staff y pronto derivamos en un conflicto. Los más comunes a nivel laboral son:
- Falta de trabajo en equipo: los empleadores valoran cada vez más el trabajo en equipo, ya que esta dinámica ayuda a que la creatividad se potencie y los resultados sean los mejores. No obstante, la necesidad de sobresalir del resto y de hacerse de un nombre propio en base pura y exclusivamente al mérito personal, lleva a muchos colaboradores a dejar de ser tales y a iniciar un camino laboral en soledad dentro de la organización.
- Prejuicios: los prejuicios que manchan la vida social también llegan para contaminar los ambientes de trabajo. Es así que el machismo, el sexismo y el racismo, se hacen presentes para sembrar la semilla del conflicto.
- Cambios empresariales: el cambio siempre fue necesario, y ahora más que nunca. Sin embargo, muchos trabajadores no se sienten cómodos ante el rompimiento de la rutina y su rendimiento, ya sea de manera involuntaria o intencional, baja.
- Competitividad insana: así como un poco de chocolate y una copa de vino pueden potenciar el ánimo y la creatividad de una persona en un determinado momento, un kilo de chocolate y una botella de vino pueden terminar con todas sus ganas de ser creativo. Del mismo modo ocurre con esas características que son buenas… siempre y cuando estén controladas y aparezcan en su justa medida. La competitividad es una dinámica sana y necesaria. En cambio, cuando se presenta en exceso, lleva a la persona a querer prevalecer sobre el resto y, por ende, a dejar de lado a sus valores para ser tenido en consideración como el mejor colaborador posible. Este instinto de querer “arrasar” con colegas por ser vistos como rivales, llevan a ambientes de trabajo tóxicos, por lo que el rendimiento no se enfoca en donde debe y la que pierde es la organización.
Afortunadamente, la implementación de la gamificación puede reducir los problemas de forma significativa. Veamos cómo.
Cómo ayuda la gamificación a reducir los problemas
Objetivos claros: es común encontrar en una reunión de empresarios una queja que la mayoría comparte: que sus colaboradores no hacen lo que tienen que hacer. Es así que cientos de dueños de organizaciones sienten que su dinero se les escapa de las manos al pagarles a personas que no son capaces de cumplir con los objetivos. No obstante, cuando entra en juego la gamificación, este problema llega a su fin. En los juegos, sabemos muy bien cuál es el objetivo y, por consiguiente, actuamos en pro del resultado a conseguir. Por lo tanto, al trasladar la dinámica de juego al escenario laboral, las personas sabrán muy bien qué hacer.
Colaboración: para terminar con los problemas de falta de trabajo en equipo, implementar la gamificación es la solución. La clave está en encontrar un juego en el que un subgrupo deba trabajar en conjunto para lograr vencer. Del mismo modo que con el caso anterior, cuando se hace la analogía en el mundo real del trabajo, los trabajadores ya tienen muy en claro que si no se ayudan entre sí, no habrá éxito posible.
Igualdad: si el hecho de que los colaboradores tilden a tu empresa o a tus prácticas de injustas y desiguales, encontrarás muy útil a la gamificación. Dentro del contexto de un juego, nadie goza de favoritismo alguno, sino que todos deben esforzarse por igual para lograr el objetivo que propone el escenario del juego. Por lo tanto, cuando implementas un juego en el lugar de trabajo, la propia transparencia de este será motivación suficiente para tus empleados.
Cómo implementar la gamificación para evitar problemas
- Establecer los objetivos: para que todas nuestras energías se dirijan a lograr los objetivos, primero hay que establecerlos. Si estos quedan claros desde el comienzo, no habrá nada de qué preocuparse.
- Pautar acciones para lograr dichos objetivos: una vez que sabemos hacia dónde nos dirigimos, pautaremos cómo llegaremos a ese lugar. La estrategia es fundamental para evitar perder tiempo y energía en acciones que no son útiles. Si nos acostumbramos a manejarnos así en el juego, en la realidad será sumamente sencillo lograrlo.
- Hallar el juego propicio: es importante encontrar el juego adecuado para cada ocasión y para cada equipo. De esta forma, potenciaremos las habilidades que necesitamos potenciar en cada colaborador.
- Establecer las recompensas: el premio es parte de la satisfacción de ganar, además del propio hecho de hacerlo. Cuando establecemos una recompensa, hacemos que la persona se proyecte a sí misma disfrutando de ese beneficio, por lo que intentará lograr los objetivos con mayor esfuerzo.
- Hacer uso de las estadísticas: utilizar los datos para mejorar nuestra estrategia equivale a estudiar a la competencia. Ninguna empresa sale al mercado ignorando lo que otras en su rubro hicieron para triunfar.